Una ardilla practica sexo con la oreja de un hombre dormido

ardilla

Siempre me ha llamado la atención, la  especial fijación que tienen algunos perros por engancharse a la pierna  y liberar todas sus tensiones sin miedo al qué dirán. Además, este acto suele estar acompañado de las sonoras carcajadas de los que presencian una demostración de amor tan apasionada. Pobres animalillos, la demostración de poder y el celo es lo que tienen.

Pues este también puede ser el caso de una ardilla de Central Park  (Nueva York), que debía andar canina, y no se le ocurrió mejor forma de dar rienda suelta a sus instintos más salvajes que practicar sexo con la oreja de un hombre  que dormía plácidamente sobre una de las praderas del parque más famoso de la Gran Manzana.

Eso sí, fue muy cuidadosa porque el hombre parece que no se enteró de nada. Vamos, que siguió durmiendo como un tronco mientras el necesitado roedor terminaba la faena. Y llegados a este punto, me embargan una serie de dudas: ¿Se habrá enamorado la ardilla del pabellón auditivo de su víctima?  ¿Volverá a intentarlo con otra persona? ¿Habrá liberado totalmente toda su tensión sexual? Quién sabe. Mejor no darle más vueltas.

Y para finalizar este relato de pasión y desenfreno al estilo roedor, me hubiera gustado ver la cara del autor o autora de las  instantáneas que inmortalizaron el momento, si es que existe ese documento gráfico. ¿Sería algún amigo de la víctima? Si es así, seguro que todavía se siguen escuchando sus risas.

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