Torturas
Buenasssss
A continuación y para no perder ese «aire» que estamos cogiendo tan bizarro a la hora de exponer noticias os dejo a continuación unas imágenes y explicaciones de diferentes aparatos de tortura que se empleaban en la antigí¼edad (y hoy en día quien sabe), para sacar las confesiones de manera «amable» y totalmente personal.
Para ver los mismos leed la noticia completa
Silla de Interrogatorio: El interrogado tenía que sentarse sobre la silla a decir la verdad (o la verdad que requerían los torturadores) amenazándole con apisonarle hasta quedar completamente clavado.
El Cepo se usaba como castigo por delitos de robo o disturbios; aunque en un momento dado se podía tener expuesta a la víctima hasta la muerte, si así se decidía por la corte de justicia. También fue utilizado como método de tortura para conseguir una confesión en las mazmorras de castillos, palacios de justicia o cárceles inquisitoriales. Era un instrumento que servía para sujetar al reo por la garganta y las muñecas, y según el modelo también por los tobillos. La víctima quedaba expuesta al público en la plaza de la ciudad, encontrándose a merced del populacho que lo vejaba y golpeaba, a veces incluso hasta la muerte, con el beneplácito de la autoridad.
La Sierra: Terriblemente bestial y monstruosa la forma en la que morían los que eran destinados a sufrir esta espeluznante tortura. Se colocaba a la víctima boca abajo para que toda la sangre le fuera a la cabeza, y el motivo no era otro que intentar mantenerle el mayor tiempo posible con vida mientras le aserraban la entrepierna. Al tener toda la sangre en la cabeza se oxigenaría el cerebro para que la víctima no se desvaneciera. Normalmente, la sierra le alcanzaba el ombligo antes de que desfalleciera, y a veces incluso llegaba hasta el diafragma.
La Cuna de Judas: Esta es quizás una de las torturas más dolorosas pues el sujeto sufre de una agonía lenta y cruel hasta su fallecimiento. La víctima era colocada desnuda justo encima de la pirámide con la punta incrustada en el ano o la vagina y, dependiendo de su peso y del que le añadían, iba bajando lentamente hasta quedar literalmente empalado.
El borceguí consistía en apretar el tobillo de la víctima por medio de varias maderas enlazadas por unas correas o gatos de hierro, para administrar presión, hasta quebrantar los huesos.
La Dama de Hierro: La siguiente cita es una descripción del primer uso registrado de la Dama de Hierro, el 14 de Agosto de 1515: «Un falsificador de monedas fue puesto dentro, y las puertas fueron cerradas lentamente, de modo que las espinas afiladísimas penetraran sus brazos y piernas en varios sitios, y su barriga y pecho, su vejiga y la raíz de sus miembros, y sus ojos, y sus hombros, y sus nalgas, pero no lo suficiente para matarla; y así, él permaneciera en gran sollozo y lamento por dos días, luego de los cuales moría».
El Rompecráneos: Los dientes salían literalmente disparados de sus cavidades y destrozaba los huesos de la mandíbula. Luego, los ojos se salían de sus cavidades y finalmente, el cerebro salía triturado por los oídos.
El cinturón de castidad es una braga de hierro, cerrada con llave, que se les colocaba a algunas mujeres para evitar las infidelidades o la promiscuidad.
También se dice que era utilizado por las mujeres como defensa contra la violación, en época de acuartelamiento de soldados, durante viajes y en estancias nocturnas en posadas.
Los españolitos tampoco nos quedamos atrás en esto de las torturas pues hemos utilizado el famoso Garrote Vil hasta hace no muchos años (aunque hoy en día habría que aplicárselo a más de uno). El instrumento consistía en una mesa, a la que se le adosaban unos «garrotes» que oprimían las piernas de la víctima, por un lado; y los brazos y pecho, por otro. Aplicando presión lentamente en aquellas zonas del cuerpo, se producía un intenso y agudo dolor al provocar el quebranto de los huesos.
El garrote de forma evolucionada consistía en un collar de hierro que, por medio de un tornillo con una bola al final, retrocedía produciendo la muerte por la dislocación de la apófisis de la vértebra axis sobre el atlas en la columna cervical. Supuestamente, esta evolución haría que el reo tuviese una muerte rápida y apenas sin sufrimiento, pero más tarde se descubrió que todo dependía de la fortaleza del cuello del individuo y la fisiología del verdugo , y si éste estaba musculado y el verdugo era débil, podía incluso llegar a agonizar durante media hora antes de morir.
La Mesa de Torturas: La tortura consistía en atar al individuo sobre una mesa de madera e ir girando la rueda hasta desgarrarle lentamente los miembros. También se usaban utensilios punzantes y barras de hierro candentes para añadirle un toque aún más bestia si cabe a la ya de por sí terrible tortura.
no imagino el nivel de perversión y sadismo de la gente que ideó y usó esas torturas…
Que hijos de puta…