Beate Uhse y el primer sexshop del mundo
Beate Uhse es el nombre de una mujer alemana nacida en 1919 que desde pequeña soñó con volar alto. Con 18 años obtuvo su licencia de piloto, conviertiéndose en poco tiempo en la única mujer piloto de acrobacias de Alemania, sin embargo con la llegada de la Segunda Guerra Mundial pasó a formar parte de las fuerzas aéreas alemanas en un escuadrón de transporte aereo donde alcanzó el grado de capitán.
Al finalizar la guerra y tras ser liberada se estableció en Flensburg, muy cerca de la frontera con Dinamarca, donde ante la imposibilidad de volver a volar por haber pertenecido a las fuerzas aéreas nazis, se comenzó a ganar la vida vendiendo puerta por puerta. De esta manera fue entrando en contacto con las amas de casa de la época, con las que intimaba y se iba enterando de los problemas debidos a la falta de educación sexual que provocaba cantidad de embarazos no deseados en plena crisis de post guerra donde no había con qué mantener a un bebe…
Afortunadamente a ella si la educaron bien desde pequeña, así que recabó información sobre el método Ogino-Knaus y lo mandó imprimir en un panfleto que tituló Schrift X (Escrito X) para repartir entre las mujeres de manera que estas tuvieran un método natural de reducir las probabilidades de embarazo. Al año siguiente ya había vendido más de 32.000 panfletos y el negocio comenzó a evolucionar desde la propia demanda: consejos sobre sexualidad, erotismo y métodos anticonceptivos.
El modelo de negocio era la venta por correo, que tan bien ha funcionado en el norte y centro de Europa desde hace décadas, de hecho la empresa pasó a llamarse Beate Uhse Mail Order. En 1962 Beathe Uhse, con más de un millón de clientes, quiso dar un paso más allá y abrió en pleno Flensburg la Specialty Store for Marital Hygiene que se convirtió en el primer sexshop del mundo. En la tienda comercializaban, como su nombre indica, productos para la higiene marital, además de condones y estimuladores.
A pesar de los problemas que esto le pudo acarrear no cedió y siguió adelante, la tienda fue todo un éxito y la empresa creció y creció hasta convertirse en lo que es hoy en día: uno de líderes del entretenimiento para adultos y la mayor cadena de sex shops del mundo, con más de 300 franquicias.
En 1996 abrieron en Berlín un museo erótico, unos años después absorbieron a sus principales competidores en Holanda y sacaron la empresa a bolsa, participan y organizan eventos y por si todo esto fuera poco tienen un canal de televisión. Tras la muerte de Beate en 2001 se creó la fundación que lleva su nombre, con la cual se ayuda a los más necesitados, además de entregar premios a mujeres emprendedoras.