‘Gandí­a Shore’ afronta su recta final con una «pelea de gatas» y mucho sexo

gandia shore‘Gandí­a Shore’ ha reservado lo mejor para el final. En el capí­tulo 12, por fin hemos visto un poco más de ‘movimiento’ que en los anteriores gracias a uno de los momentos más tensos emitidos en el programa…

El capí­tulo comenzó con Core a punto de vomitar por lo que se buscaban sustitutos para cubrirla en el trabajo. Como bien se indicó, Clavelito no era una opción. ¿Por qué? Pues por la simple razón de que la noche anterior, el apodado como el «feo de Gandí­a Shore» (lo dice él) se habí­a enrollado con la novia del encargado del chiringuito.

Y menos mal que Clavelito no se presentó a currar porque hasta allí­ se presentó la ‘novia’ de David, el encargado, quién no sólo preguntó por su ‘amante’, sino que, encima le contó al chico lo que pasó la noche anterior. í‰ste se puso triste y se largó de allí­ con cara de mala leche.

Cuando los chicos llegaron del trabajo y le contaron a Clavelito lo sucedido, éste se limitó a reí­rse y a decir: «es lo que hay». Vamos a ver, que nos parece estupendo que este chico, por fin, en el capí­tulo 12, tenga ya trama propia pero tengo la impresión de que con la excusa de que es el menos agraciado del grupo, como que se le debe perdonar todo. Pues no. Se mueve y habla como un gorila, eso cuando se mueve y habla, que no es muy a menudo. Y encima, cuando lo hace, se dedica o bien a gastar bromas que aburrí­an a un alumno de primaria y a intentar demostrar que el fí­sico no importa y que él es más chulo que el resto.

Y llegó el tan esperado cara a cara entre Clavelito y su jefe. Fue pasadas 24 horas, cuando aquel acudió al trabajo. Al principio ni se hablaron y ya al final, en la despedida, Clavelito le preguntó a su encargado:

Oye ¿te pasa algo conmigo?

El otro contestó que no, y Clavelito zanjó el tema diciendo (sin el jefe delante, claro está):

Pues si le he levantado a la novia, que se joda.

Pero este también fue el capí­tulo en el que Clavelito se enfadó. Sí­, sí­, se enfadó por, literalmente, «no echar un polvo». Y no con la novia de el encargado sino con otra. Una vieja conocida, que hace algunos capí­tulos, acudió a una fiesta en la casa y tras tontear con el chico y empaparle la cama a Abraham, fue expulsada de la casa.

Pues el caso es que la tal Miriam se presentó en una fiesta de disfraces que organizaron los chicos y tras pedirle disculpas a Clavelito y a Abraham por lo sucedido la vez anterior, y le dijo al primero que se la llevase a la cama. Y, como era de esperar, la muchacha no se dejó ni rozar con las sábanas, por lo que el otro rompió su teléfono y la volvió a mandar a paseo.

La que responde al nombre de Miriam se fue a llorar a la cocina, donde Ylenia, muy oportunamente, le dijo:

Es que lo que no se puede hacer es marear a alguien para luego no hacer nada. Has quedado como una puta. No puedo con la peña que va de santa y es puta

Puede que no sean las formas, pero bien por Ylenia. Bien por decir lo que todos pensaban y bien por defender a su compañero. Pero la otra- que, por cierto, deberí­a ir directa a la próxima edición de ‘GH’- se fue a la habitación de las chicas donde estaban sus amigas con Core y Gata y se puso a llorar por lo que le habí­a dicho Ylenia. Claro, esto provocó que las otras pusieran a parir (injustamente a la rubia).

YELNIA Y SUS ‘EXTRAÑOS MOVIMIENTOS’

Un apunte: hace unas semanas vimos como, la ‘archienemiga’ de Ylenia, Core, se intentaba acostar con el ‘amor’ de aquella, Labrador, aunque finalmente no pasó nada. Pues bien. En el capí­tulo 12, la secuencia fue al revés. Y es que la rubia de Benidorm tiene nuevo ‘rollete, que no es otro que, Garchy, un camarero que…tachán… se habí­a besado con Core dí­as antes.

Cierto es que Ylenia, la pobre, ha matado dos pájaros de un tiro con esta nueva conquista: por un lado, se ‘vengaba’ de su oponente y, por otro, intentaba poner celoso a Labrador. No ha conseguido ninguna de las dos cosas.

Pero Garchy ha insistido lo suyo y, finalmente, ha terminado en la cama con la rubia de Benidorm. Eso sí­, en pleno acto, ella le ha pedido sólo una cosa:

No gimas como un perrito.

YLENIA, LABRADOR Y UNA ‘ESPONTíNEA’

Lo más destacado del capí­tulo 12 también lo protagonizó Ylenia, demostrando que, aunque ningún ser humano en su sano juicio compartirí­a con ella más de 3 horas seguidas, suya es la responsabilidad de levantar ese programa.

Lo que ocurrió fue lo siguiente: a la casa se presentaron la madre de Labrador y Marí­a, una joven sin cejas, ‘medio-novia’ del valenciano, a la que últimamente, él ha echado mucho de menos (principalmente desde que no se acuesta con Ylenia).

Quién les abrió la puerta fue la mismí­sima reina de Benidorm, quien hizo «el papelón de su vida» ante las invitadas, dándoles la bienvenida con una sonrisa.

Cuando Labrador vió a su ‘chica’ le dió tal abrazo que le arrancó a la pobre las extensiones, mientras que Ylenia, en la cocina, comí­a cereales con cara de conspiración.

Pero Marí­a no parecí­a muy tonta y enseguida se dió cuenta que entre su ‘amado’ y la rubia habí­a pasado algo. í‰l no lo negó pero tras ponerle caritas de huérfano de Dickens, la otra terminó por perdonarle.

Yo soy un guaperas y todo lo que tú quieras pero los guaperas también se enamoran

Confesó Labrador, confirmando que, a partir de ahora iba a ser fiel…

Pero lo ‘heavy’ llegó cuando, al tiempo de irse, Marí­a le dijo a Ylenia

Oye, rubia. Que nos vamos, que otra vez, si eso, si tienes cojones le tocas.

La rubia le contestó:

Sí­, que folla muy bien… A ver si esta va a venir a mi casa a tocarme los cojones.

Supongo que no hace falta decir que la actitud de la tal Marí­a no es sólo absurda, sino digna de una manifestación de feministas. Porque, vamos a ver, Ylenia grita mucho, sí­, pero no ha hecho nada malo. Que se enfade con su novio y no con ella.

Ylenia se contuvo (por aquello de respetar a la madre de Labrador), tanto en ese momento como posteriormente, cuando se reencontró con ellos en una terraza. Para que luego digan que es un potro desbocado. Que sepan que sin ella no hay programa.

Pero parece que Ylenia no va a durar mucho. O no. Porque según hemos visto en el avance del próximo capí­tulo, la rubia llega a las manos con una nueva invitada, lo que provoca un cisma en la casa.

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