Este caballo detecta el cáncer
Peyo no es un caballo como los demás. No le gusta que lo acaricien. Él elige a quién acercarse. Y, si lo hace, no son buenas noticias. Peyo detecta tumores incurables, pero su capacidad de empatía es tal que logra que pacientes terminales reduzcan su medicación. Por Lourdes Gómez / Fotos: Jeremy Lempin
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El increíble don de Peyo, el caballo que detecta el cáncer
La mejor compañía
Peyo era una estrella de los espectáculos de doma, dos veces campeón de Francia. Su entrenador Hassen Bouchakour reparó pronto en ciertas singularidades: no le gustaba que lo acariciasen y, en cambio, se acercaba a personas que estaban enfermas o debilitadas. Decidió consultar con especialistas. El resultado fue asombroso: Peyo padece una especie de autismo, tiene una extraordinaria inteligencia y huele los tumores. En la foto está junto con Marion -de solo 24 años y con un cáncer extendido- y su hijo Ethan, de 7, en la unidad de paliativos del hospital de Calais.
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El increíble don de Peyo, el caballo que detecta el cáncer
El deber de proteger
Peyo le señala a Hassen la habitación en la que quiere entrar. Se para ante una puerta si siente que puede ayudar. Llega a pasar horas inmóvil, ‘protegiendo’ a alguien cuya muerte es inminente. «Yo lo acompaño, pero dejo que Peyo decida. Sus facultades van más allá de lo que podemos imaginar», explica Hassen. El caballo fue estudiado por veterinarios y neurólogos durante cuatro años.
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El increíble don de Peyo, el caballo que detecta el cáncer
Hasta el último aliento
El autismo en animales no es un diagnóstico que acepten todos los expertos. Hay quienes prefieren hablar de comportamiento disfuncional. Pero es el que los científicos han aplicado a Peyo. En la foto, Roger, de 64 años, vuelve a su casa tras una transfusión. Su esposa cuenta que, después de ver al caballo, Roger logra por fin dormir. El animal lo ‘sabe’ y lo acompaña incluso hasta la ambulancia.
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El increíble don de Peyo, el caballo que detecta el cáncer
La estrella de paliativos
Isaac tiene 9 años y visita a su madre, con cáncer. «Si ahora está contento de venir al hospital, es gracias al caballo», dice su padre. Peyo y él se han hecho amigos. El caballo está limpio hasta el detalle para respetar el reglamento sanitario y es la estrella del servicio de paliativos. «Hassen y Peyo son parte del equipo», dice una enfermera.
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El increíble don de Peyo, el caballo que detecta el cáncer
‘Doctor Peyo’
Peyo se alegra de ver a un viejo amigo, Daniel, de 67 años, antiguo jinete, que ahora tiene un cáncer terminal. El caballo logra que los pacientes consuman menos medicación y alivia su agonía. Ahora lo llaman ‘doctor Peyo’. Desde 2016 ha acompañado a unas mil personas en el final de sus días en los diferentes hospitales en los que ha intervenido.