Dormir menos horas perjudica la función de los vasos sanguí­neos

insomnioTan importante como comer y beber es dormir. Son las tres patas sobre las que «descansa» el organismo. La cuarta, como demuestra ahora la ciencia, serí­a la práctica moderada de ejercicio fí­sico.

Sobre la importancia del sueño, del buen dormir, da una idea un nuevo estudio de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) que ha encontrado que reducir la duración del sueño durante dos noches consecutivas conduce a una función vascular menos saludable y alteración del control de la respiración.

Si la pérdida del sueño se produce repetidamente en el tiempo, la salud vascular podrí­a estar comprometidaLos investigadores trabajaron con ocho voluntarios adultos sanos de entre 20 a 35 años y para las dos primeras noches de estudio, hicieron que los participantes durmieran una noche de ocho horas y, a partir de ahí­, en lugar de restringir el sueño por completo, les hicieron dormir sólo cuatro horas en cada una de las tres noches consecutivas.

Después de las dos primeras noches de sueño restringido, los investigadores encontraron una reducción significativa de la función vascular en comparación con la anotada tras las noches de sueño normal. Sin embargo, después de la tercera noche de restricción del sueño, la función vascular regresó a la lí­nea base, posiblemente una respuesta de adaptación a la pérdida aguda del sueño, explica Keith Pugh, director del estudio.

En otras pruebas, los investigadores expusieron a los sujetos a niveles moderadamente altos de dióxido de carbono, que normalmente aumenta la profundidad y la tasa de respiración y elcontrol de la respiración se redujo sustancialmente después de que los voluntarios perdieron horas de sueño.

Finalmente, los voluntarios durmieron diez horas cada noche durante cinco noches y, después de completar las mismas pruebas, los resultados mostraron que la función vascular y el control de la respiración habí­an mejorado.

Falta de sueño y enfermedad cardiovascular

Según Pugh, los resultados podrí­an sugerir la existencia de un mecanismo que relaciona la falta de sueño y la enfermedad cardiovascular. «Si la pérdida aguda del sueño se produce repetidamente durante un largo perí­odo de tiempo, entonces la salud vascular podrí­a estar aún más comprometida y, finalmente, mediar en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular», explica.

Del mismo modo, la pérdida de control de la respiración podrí­a desempeñar un papel en el desarrollo de la apnea del sueño, que también se ha relacionado con la enfermedad cardiovascular. Pugh añade que algunas poblaciones que tienden a dormir periodos más cortos, como los ancianos, podrí­an estar en un riesgo aún mayor de sufrir estos efectos adversos para la salud.

Como los resultados se presentaron en una conferencia cientí­fica, en la reunión de abril de Biologí­a Experimental 2013, en Boston (Estados Unidos), deben ser considerados como preliminares, al no haberse sometido al proceso de revisión que se lleva a cabo antes de que sean publicados en una revista cientí­fica.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.