Cómo cocer la pasta al dente
A veces encontrarte por casualidad con un post práctico y útil te alegra la mañana y te cambia la vida en cierto modo. Me ocurrió recientemente con una publicación que alguien compartió en Facebook sobre algo que casi todo el mundo hace al cocer la pasta… y hace mal. Me di cuenta de que, por fin, estar en Facebook me sirvió para algo. Desde entonces, mis macarrones y espaguetis me quedan espectaculares (¡y no sólo lo digo yo!)
Os preguntaréis qué es lo que yo hacía mal y cómo conseguí acabar haciéndolo de tal forma que la pasta en mi casa se haya convertido en un auténtico manjar. Pues bien. Antes yo solía escurrir la pasta nada más cocerla y la metía un rato bajo el grifo de agua fría. ¿Por qué? Pues no sé muy bien por qué, supongo que porque, al igual que la mayoría de la gente, esto se lo debí de ver a mi madre en alguna ocasión.
Haciendo esto, lo único que conseguía es que mi pasta perdiera la capa de almidón y, con ella, la posibilidad de que la salsa se adhiriera completamente a ella.
¿Qué es lo que aprendí que hay que hacer entonces con la pasta una vez hervida? Algo tan sencillo como echar un vaso de agua fría dentro de la olla con el fin de templar el interior recipiente justo antes de sacarla. De esta forma también evitamos que pierda todo el sabor y mantenga el condimento del agua donde ha sido cocida (sí, esto es importante; la sal debe echarse junto al agua antes de la pasta).
Una vez está templada, la pasta la echamos en un escurridor y durante dos minutos (ni más ni menos) la removemos perfectamente para conseguir que no quede ni una sola gota de agua en su interior.
Otra de las cosas que hacía mal era cocer la pasta y luego dejarla reposar hasta que la salsa estuviera preparada. NUNCA volví a hacerlo tras leer que esto también lo hacía mal. Aprendí también en ese útil artículo que la salsa ha de estar preparada con mucho tiempo de antelación para evitar, precisamente, que la pasta se quede seca.
Solo hay una excepción a todo esto que os he contado. Cuando vas a usarla para una ensalada de pasta, entonces SÍ, hazlo como lo estabas haciendo, es decir, métela bajo el chorro de agua fría nada más cocerla. De esta forma conseguirás cortar la cocción y evitar que se pase.
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