Café por vía anal, la penúltima estupidez recomendada por Gwyneth Paltrow
Aspirante desde hace tiempo a convertirse en la diosa de las pseudo ciencias, no hay moda absurda, dieta sin sentido o peligroso consejo de salud que se le escape a Gwyneth Paltrow. Firme defensora de las dietas detox o de que todo el mundo elimine el gluten de su alimentación -dos ideas que la ciencia ha demostrado que son absurdas-, la penúltima locura de la actriz tiene que ver con el café.
No se trata de una marca propia de café con alguna propiedad mágica tal y como es habitual dentro del amplio catálogo de productos que comercializa a través de la compañía y revista Goop, sino -atención- un aparato para hacer lavativas caseras con café. Se trata de un rudimentario artilugio con el que utilizar café para realizar estas originales limpiezas e irrigaciones de colón. Una práctica habitual en ese universo paralelo de Paltrow y otros charlatanes que insisten en relacionarlo con la desintoxicación del cuerpo pero que, de nuevo, carece de cualquier base científica
Pese a ello, este Implant o-Rama promete no sólo dejar el colon reluciente, sino que a través de estos baños de café se consiguen aliviar la depresión, los nervios, los dolores agudos e incluso los síntomas de la alergia. Todo ello, eso sí, a un precio que deja los cafés de especialidad y los flat white de cualquier cafetería de moda en un chiste, porque este trasto para lavativas caseras cuesta más de 110 euros.
Aunque no queda claro si más allá de recomendarlo a través de su revista ella mismo lo ha probado, no es la primera -ni desgraciadamente será la última vez- que la actriz reconvertida a influencer la lía con alguno de sus absurdos consejos. Porque además de estas lavativas con café, en su momento también se ganó unos cuantos titulares y chistes con ideas como introducir piedras de jade en la vagina o usar unos “polvos de la pasión” para modificar el sabor de los genitales femeninos.
Pero más allá de los chistes, está claro que a Gwyneth Paltrow le da absolutamente igual haberse convertido en el hazmerreír de científicos y de cualquier persona con sentido común, porque sus libros, revistas y productos parecen venderse estupendamente. Todo ello pese a que, bromas al margen, prácticas como las lavativas de café no sólo resultan ineficaces, sino que pueden llegar ser peligrosas y producir infecciones.