Brooke Greenberg, la adolescente que no envejece
Una mujer de 17 años atrapada en el cuerpo de un bebé. Dientes de leche, siete kilos de peso y 75 cm de estatura.
Los expertos estudian su caso para indagar en las claves genéticas del envejecimiento. Ningún médico le pone nombre al trastorno que padece Brooke; su caso parece ser el único en el mundo…
Su cuerpo lleva años creciendo a un ritmo muy lento, lo que provoca una apariencia y un comportamiento infantil con la edad real de una adolescente.
Los expertos creen que esta británica, que tiene hermanas que están creciendo a un ritmo ‘normal’, cuenta con una serie de déficits en los genes implicados en el envejecimiento.
El interés en estudiar su genoma aumenta al pensar que, de identificar estas variaciones y cómo funcionan, se podría llegar a conocer algunas de las claves de la vejez o, en su defecto, de la eterna juventud.