20 Métodos de Tortura

Veinte de los métodos de tortura más brutales y escalofriantes que se han utilizado a lo largo de la historia, algunas descripciones son algo duras por lo que no recomiendo que visites este artí­culo si eres sensible o menor de edad…


Zapatos castigadores: Los zapatos metálicos de la imagen poseen en la planta unos pinchos que en caso de apoyar al planta de pie se clavan por la parte baja del pie, para no perforarte debí­as mantenerte de puntillas el máximo tiempo posible, para más sufrimiento este método de tortura se combinaba con un sistema que inmovilizaba las manos y muñecas cerca de la cabeza y te obligaban a permanecer erguido.

¿Cuanto tiempo piensas que podrí­as aguantar de puntillas para no clavarte los afilados pinchos en la planta de los pies?

<—Obligaban al torturado a confesar si no querí­an ser atravesados

El tenedor de los herejes: Dotado de dos puntas en cada uno de sus extremos, este cruel tenedor estaba ideado para que los herejes confesaran permitiéndoles mover la boca únicamente para hablar susurrando. Por medio de un cinturón se fijaba el tenedor al cuello del torturado que debí­a mantener el tiempo máximo la cabeza hacia atrás para no clavarse en el esternón y la barbilla los afilados pinchos.

<—Silla que era sumergida bajo el agua para ahogar al torturado

Taburete Sumergible:Utilizado principalmente en mujeres acusadas de brujerí­a. La silla era sumergida bajo el agua quedando la persona torturada inmovilizada bajo el agua sin poder respirar, el inquisidor decidí­a cuanto tiempo debí­a permanecer el torturado o torturada sumergido, el proceso solí­a repetirse hasta que el torturado morí­a ahogado o confesaba, caso en el cual se ejecutaba al acusado ahorcándole o en la hoguera más tarde.

<—Un ataud de madera fijaba las piernas mientras las destrozaban

Las botas: Las piernas de la victima se colocaban entre dos planchas de madera que se uní­an por medio de cuerdas. entre las piernas se situaban unas cuñas que la persona que realizaba la tortura golpeaba repetidamente con un martillo, se podí­an introducir hasta una docena de ests cuñas, cada vez que se realizaba un golpe preciso los huesos de las piernas se fragmentaban. Cuando se retiraban las tablas lo que antiguamente eran las piernas se convertí­a en un amasijo de huesos rotos que tan sólo la piel impedí­an que cayeran al suelo.

<—Te introducí­an agua en el estómago hasta que explotaba

La tortura de agua: Se ataba a la ví­ctima con un alambre de espino y se le tapaba la boca con trapos para que no pudiese vomitar, por medio de unos tubos se le introducí­a por los conductos nasales agua hasta que su estómago estuviese a punto de explotar, al hincharse el abdomen los alambres de espino se clavaban en el cuerpo, el forcejeo causado por el agudo dolor de sentir como tu estómago esta apunto de explotar causaba que el alambre de espinos se te clavara en muñecas y tobillos.

Pero esto no era todo una vez hinchado los torturadores te empezaban a pegar patadas y saltar encima hasta que el estómago explotara y te causara la muerte.

<—Los garfios con forma de uña de gato arrancaba piel y carne

La zarpa de gato: El torturado era colgado desnudo y con un instrumento dotado de garfios en la punta y era «rascado».

Las afiladas uñas de esta zarpa de gato desgarraban la piel y arrancaban tiras de carne, a menudo los garfios penetraban tan hondo que dejaban el hueso a descubierto e includo podí­an «rascarlo». El torturado solí­a morir desangrado o quedaba inconsciente debido al dolor.

<—El potro desencajaba tus articulaciones debio al estiramiento

El potro de tortura: Te tumbaban en un mesón de madera y ataban las muñecas al cabecero de esta, los pies se ataban a su vez fijados a un rodamiento que por medio de un mecanismo iba enrollando la cuerda de tus pies, al hacerlo se generaba una tensión que hacia que el cuerpo se estirase al máximo.

Las articulaciones no podí­an dar mas de si y acababan desencándote hombros y caderas cuando la fuerza de tus músculos fallaba.

<—Se empleaban caballos para arrancarte las extremidades

Descuartizado por caballos: Una versión del potro un tanto macabra, se ataba una cuerda a cada extremidad del prisionero y a su vez el otro extremo de la cuerda a un caballo, de este modo un caballo estirarí­a un brazo o una pierna, en un momento determinado se fustigaba a los cuatro caballos que tiraban con fuerza de la cuerda arrancando literalmente la extremidad del torturado.

Esta era una ejecución pública que se solí­a emplear para asesinatos o intentos de asesinato a la realeza u otros nobles. Era una de las ejecuciones preferidas del populacho.

<—La pera podí­a desgarrarte por dentro

La pera: Dependiendo del género del torturado la pera era introducida por el ano o la vagina, una vez dentro de tu cuerpo se giraba una manivela que abrí­a el artilugio en tu interior causando un dolor insoportable, además de la expansión el objeto tení­a en su punta unos pinchos se clavaban en tu interior.

<—Se purificaba el alma obligando a ingerir agua hirviendo

Purificando el alma: En muchos paí­ses católicos, el clero creí­a que las almas malditas se podí­an limpiar si se hacia ingerir al condenado agua hirviendo, carbón ardiendo o ambas en combinación.

Esta tortura solí­a producirse después de que el prisionero hubiese confesado su herejí­a cosa que normalmente ocurrí­a tras haber sido previamente torturado y en muchos casos antes de ser ejecutado.

<—Mosquito transmisor de la Filariasis Linfátoca o Elefantiasis

La jaula colgante: La ví­ctima era inmovilizada por una jaula, normalmente se colgaba al preso desnudo para ser expuesto a la multitud como sí­mbolo de terror. La muerte podí­a tardar semanas, en las cuales el torturado podí­a fallecer debido al extremo frio, el calor o como en la mayorí­a de los casos por hambre o sed.

Este era un método de ejecución que normalmente se aplicaba después de que el prisionero hubiese confesado tras dí­as de tortura.

<—Un torno era girado para aplastar el cráneo

El machacador de cabezas: Un utensilio en el cual introducí­an tu cabeza y mediante un rodamiento te apretaban la cabeza por arriba , mientras que por abajo estaba el tope con tu barbilla.

Los dientes estallaban o se iban clavando en los huesos de la mandí­bulas, los ojos se salí­an de sus cuencas debido a la presión cuando el cráneo se rompí­a y finalmente podí­a incluso salirse el cerebro por los oí­dos.

<—Tu cuerpo arde mientras una multitud observa

Quemado en la estaca: Una de las ejecuciones predilectas de la Santa Inquisición para acabar con la vida de las brujas. Se creí­a que con el fuego se purificaba el alma de la ejecutada y se impedí­a que su «maldad» se propagase entre los demás aldeanos.

<—Una forma piramidal que se va clavando en tu cuerpo

La cuna de Judas: La ví­ctima es suspendida sobre una estructura piramidal y bajda lentamente sobre su afilada punta, el propio peso corporal causaba que dicho vértice desgarrase la zona de apoyo que normalmente era el año o la vagina dependiendo del género del acusado,

Si el peso no era suficiente se aplicaba un peso «extra» por medio de las cuerdas tirando del reo hacia abajo.

<—La cuna era capaz de partirte en dos

La cuna: Esta se podrí­a considerar una forma evolucionada de la cuna de Judas. Se obligaba a la ví­ctima a sentarse sobre una cuña de metal extremadamente afilada, el peso del cuerpo unido al de las cadenas y bolas pesadas que se le uní­an a los tobillos causaban que se fuera clavando el metal en el cuerpo hasta que causaba la muerte, normalmente por desangramiento aunque en algunos casos si el cuerpo se torcia podí­a incluso amputar una extremidad.

<—Un atáud de hierro conafiladas puntas en su interior

La doncella de hierro: Un sarcófago con un interior lleno de pinchos estrategicamente colocados para no causar la muerte del prisionero, las afiladas puntas se clavaban en partes blandas y puntos no vitales para que el sufrimiento fuera el máximo posible. El sarcofago de la imagen fue utilizado en 1515, el ejecutado sufrió terribles dolores durante dos dí­as y eran continuos sus lloror y gritos de dolor durante ese tiempo. Las perforaciones que sufrió iban desde brazos y piernas en varios puntos hasta otros más delicados como el abdomen, hombros y el más espeluznante de todos, los ojos.

<—Una silla formada por cientos de diminutos pinchos

Silla de interrogatorios: Cientos de afilados pinchos componí­an el respaldo y asiento de esta silla de torturas. Pinchos que por medio de una especie de cinturones que podí­an presionar al torturado a la silla se clavaban en toda la parte de atrás del cuerpo. Para que el sufrimiento fuese mayor se colocaba bajo la silla de hierro ascuas ardiendo que calentaban la silla y quemaban a la ví­ctima.

<—Tu cuerpo era atravesado por una larga estaca

Empalamiento: Una enorme estaca perforaba y atravesaba tu cuerpo de un extremo al otro, se solí­a perforar al sentenciado por el ano hasta que la estaca salí­a por la boca. Normalmente en este proceso se solí­a morir pero se daban casos en los que se sobreviví­a al sufrimiento durante casi un dí­a. El empalamiento siempre se realizaba en público y solí­a dejar el cadáver a la intemperie para alimentar a los animales carroñeros y servor como escarmiento para el resto de la población.

<–Una sierra que te partí­a el cuerpo en dos

La sierra: A la victima se la colgaba boca abajo de los tobillos, con lo que toda o casi toda la sangre bajaba hacia la cabeza, oxigenando el cerebro y manteniéndola consciente un tiempo mayor que en otros casos.

Se procedí­a a cortar con una sierra, normalmente no muy afilada, el cuerpo en dos desde la parte genital, habitualmente se alcanzaba el ombligo antes de que la persona perdiera el conocimiento, muy pocas veces se llegaba hasta el estómago. Durante el proceso tu propia sangre corrí­a hasta gotear por tu cabeza.

<—La terrorí­fica rueda de hierro que partí­a todos tus huesos

Rompiendo con la rueda: A la ví­ctima normalmente desnuda se le ataban las articulaciones al suelo, fijaban por medio de unas maderas y se le iban destrozando los huesos de estas uno por uno con la brutal rueda de hierro, cuando todos los huesos eran papilla únicamente mantenida por la carne y la piel que los envolví­a se le ataba a la rueda para ser expuesto a la muchedumbre, durante dí­as se sobreviví­a entre grandes dolores.

Fuente: http://www.posteando.com/foro/viewtopic.php?t=66807

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3 comentarios

  1. solo una mente perturbada y malvada podria crear y poner en practica este tipo de torturas, y claro todo eso en nombre de dios, y de la salvacion del alma, los lideres religiosos apoyaron estos tipos de practicas, por que al fin acabo todo se trataba de control y dominacion.