Perlas en el pene
”Es una práctica bastante extendida en todo el país en muchachos muy jóvenes” manifestó al diario El Nuevo Herald un médico residente en La Habana.
Se advierte que el proceso de inserción se efectúa sin asistencia médica y en condiciones higiénicas inadecuadas. La perla causa graves secuelas, como sangrados, infecciones y hasta gangrenas que obligan a amputar parte del pene.
El hábito parece haber surgido en las prisiones y en grupos de hippies durante los años 60 y proliferó luego mediante marinos mercantes cubanos que importaban la perla tras sus viajes por Europa y Asia. Esta práctica sexual ha llegado incluso a la literatura de mano del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez en El rey de la Habana, donde el protagonista deslumbra en sus relaciones sexuales por el uso de una perla.
La perla se añade a la lista de otras prácticas sexuales peligrosas como la de aplicarse bálsamo chino y pimiento en los genitales.
De momento no se han detectado un número significativo de casos de la perla en España como para desatar la alarma.