Los agentes guardan el material incautado en su coche.

Multa de 400 euros por «aplaudir» a la Policí­a

Los agentes guardan el material incautado en su coche.
Los agentes guardan el material incautado en su coche.

Cuando Daniel Garcí­a y su mujer bajaron este fin de semana a la playa de San Juan a tomarse un aperitivo y aprovechar el sol, no sabí­an que la propina les iba a costar cara, ni más ni menos que 400 euros.

La pareja intercedió en lo que consideraron un «acto abusivo de poder» de la Policí­a Local a raí­z de la persecución a unos manteros y acabó cada uno con una multa de 200 euros. En total, cinco viandantes fueron amonestados por «aplaudir» a cuatro agentes a causa de una actuación «totalmente descoordinada y vergonzosa», según explica Daniel.

Todo comenzó cuando cuatro policí­as intentaron acorralar sin éxito a los manteros que en aquel momento estaban vendiendo en el paseo.

Daniel Garcí­a observaba lo ocurrido desde el restaurante El Mayoral: «No salieron detrás de nadie, sólo corrieron detrás de ellos unos 30 metros hasta que soltaron la mercancí­a». Entonces, una mujer, de unos 60 años de edad, que habí­a visto lo ocurrido, les recriminó: «Más que preocupados por detenerlos, lo que os interesa es incautar la mercancí­a, no habéis corrido mucho». En ese momento, los policí­as pidieron la documentación a la anciana y procedieron a multarla. «Sólo dijo lo que todos estábamos pensando».

Ante tal «abuso de la autoridad», Daniel se levantó de su mesa y se acercó al lugar de los hechos para hacer una fotografí­a a la policí­a cargando los objetos incautados. «Los agentes municipales estaban muy nerviosos tras recibir reprimendas por parte de los viandantes», comenta.

Ahí­ escuchó cómo le dijeron a la mujer que la iban a multar con 200 euros. «Acto seguido les dije a los policí­as que estaban haciendo un muy buen trabajo», explica. La respuesta: «Déme su DNI que está usted alterando el orden público».

Daniel entregó su documento a los agentes y empezó a aplaudirles. Otros testigos se sumaron a sus aplausos y «también les pidieron la documentación». «Me dijeron que si no dejaba de aplaudir me llevarí­an detenido a dependencias policiales por obstrucción a la justicia y alteración del orden público», señala.

El revuelo cada vez era mayor y más personas se acercaban a la zona,incluso grabando con el móvil. «Un agente les dijo: €˜nos da igual que nos graben, los 200 euros no se los va a quitar nadie€™». Al final, los policí­as no tuvieron más remedio que recoger lo incautado y marcharse en el coche, eso sí­, dejando cinco multas por valor de 1.000 euros.

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