Huyen en un coche robado lanzando botellas de whisky a la Guardia Civil
La Guardia Civil busca a tres individuos que en la madrugada de ayer huyeron monte a través por San Martiño de Bravío (Betanzos), después de empotrar un coche robado horas antes en Vilarmaior. Mientras se desplazaban con él para realizar varios robos, fueron sorprendidos en Doroña cuando estaban a punto de entrar en un estanco y allí se inició una persecución por parte de la Guardia Civil y de familiares del propietario del coche robado. Los ladrones se saltaron incluso dos controles en el municipio de Bergondo y llegaron a utilizar diez botellas de whisky robadas para arrojar a la Guardia Civil durante la persecución. Poco después de dejar atrás Betanzos por la N-VI, los ladrones colisionaron contra una valla y acabaron cayendo sobre el muro de una finca, desde donde huyeron monte a través.
El robo del vehículo se produjo pasada la una y media de la madrugada en la parroquia de Grandal, en Vilarmaior. Su propietario se dio cuenta al momento y recorrió la zona en compañía de familiares. Antes de ser descubiertos en Doroña, los delincuentes robaron en el estanco de Ponte do Porco, en el municipio de Miño. Los dueños del local, que dormían en una casa colindante, no oyeron nada. Tras reventar el bombillo de la cerradura, de allí se llevaron las diez botellas de whisky y tabaco por valor de más de 2.000 euros. «Desde hace ocho años, cuando nos robaron, procuramos no dejar mucha mercancía dentro», señala el propietario del local, quien matizó que «también se llevaron todos los chicles de fresa y dejaron los de menta».
Por su parte, el dueño del coche lo daba ayer por perdido tras comprobar el estado en que había quedado. «Está siniestro y solo tengo seguro a terceros, lo doy por perdido», señaló Nicolas Arnoso, que vivió una noche infernal desde que se dio cuenta del robo en su casa de Grandal (Vilarmaior). «Estuvimos detrás de ellos hasta las tres de la mañana, cuando se accidentaron, una locura». Varios vecinos de Coirós relataban ayer la agitación que vivió la N-VI entre Queirís, próximo al lugar del accidente, y la conexión con la autovía. Hasta cinco coches patrullas se desplazaron allí en busca de los malhechores, mientras que la Policía Judicial tomó huellas en el local robado.