El actor porno Nacho Vidal, entre los detenidos de la operación Emperador
El actor porno Nacho Vidal es uno de los detenidos de la «Operación Emperador» ordenada por la Audiencia Nacional contra las redes chinas de blanqueo de capitales. Junto a Vidal, fuentes de la investigación han dicho a Efe que también ha sido arrestada su hermana, María José Jordá, ambos detenidos en Barcelona.
Entre los detenidos de la macrooperación, donde se han producido más de 100 arrestos, se encuentra también el concejal de Seguridad Ciudadana de Fuenlabrada, el socialista José Borras. En este localidad madrileña gobierna el PSOE.
Mucho más que una estrella porno
Nacho Vidal (Mataró, 1973), quien siempre ha llevado con orgullo su profesión de actor de cine porno, ha gozado, desde Cicciolina, de una buena imagen de cara al público generalista. «Tengo cara de malo, pero soy un oso amoroso», reconocía a Efe el pasado julio, cuando tras 18 años de carrera, apostaba por su carrera como actor dramático con la película «Impávido».
Nacho Vidal, superestrella del porno primero en España y luego en Hollywood, heredero natural de Rocco Siffredi, había conseguido la proeza de recuperar el morbo en las escenas sexuales en un género cada vez más gimnástico y aséptico como el porno, ayudado sin duda por un miembro viril de proporciones hiperbólicas (famosa es su afirmación de que no cabe en un vaso de tubo).
Pero también había sido capaz de conseguir que su profesión no le estigmatizara socialmente, sino todo lo contrario, presumiendo de llevar una vida normal -«a mí me levantan mis hijos a las siete y media de la mañana como a todo padre», aseguraba-, y sin importarle pararse por la calle y hacerse fotos con quien se lo pida.
Su secreto ha sido que, en tiempos de la metrosexualidad y la sexualidad dócil, Vidal (cuyo nombre real es Ignacio Jordá González, siempre ha defendido al macho primigenio, agresivo y, sobre todo, bien dotado, capaz de disfrutar y hacer disfrutar.
«Ninguna mujer en ‘petit comité’ te va a decir que el tamaño no importa», decía. «Para mí es muy fácil hacer todo lo que hago. Me divierto y no me crea ningún trauma ni ningún estrés», añade.
3.500 películas, algunas también producidas y dirigidas por él con títulos tan elocuentes como «Made in XSpaña» y sus secuelas o «Blowjob Impossible», en un género del que, además de lo lúdico, siempre defendió la calidad de sus productos.
«Por mucho que le pese a alguno, el cine porno no tiene nada que envidiar al cine convencional. Trabajamos con maquilladores o iluminadores que llevan veinticinco o treinta años en el oficio. E incluso muchos técnicos están haciendo cine porno porque no hay otro cine en estos momentos», aseguraba.
Nacido en Mataró (Barcelona) el 30 de diciembre de 1973, pronto se trasladó a Enguera, en Valencia, donde actualmente reside y donde estaba desarrollando su faceta como empresario del sexo con la puesta en marcha de su particular «mansión Playboy», una casa de campo familiar que pretende convertir en un plató de cine porno a cuyas producciones se podrá acceder en directo desde internet.
Con 38 años, Vidal llevaba años diversificando su carrera, aunque siempre ha negado el efecto del paso del tiempo sobre su rendimiento sexual.
«Es divertido, todo el mundo piensa que hago otros negocios porque el porno está de capa caída, pero yo los hago porque pienso que quien no lo hace está muerto. El sexo es divertido, pero si no hago otras cosas me aburro. No es cosa de la edad, sino de cada uno», decía.
En cualquier caso, llevaba años buscando alternativas o complementos profesionales. Una de ellas en el cine convencional (con títulos como «El alquimista impaciente» o «Va a ser que nadie es perfecto»), otra en su pasión por la hípica («hoy en día me arrastran mucho más los caballos que las mujeres», decía provocador), y la otra fue la inversión empresarial.
«Vendo perfumes, páginas web, pollas de plástico, caballos, semen, tengo un restaurante en Formentera… llevo muchos años de empresario, mi cabeza no para ni un segundo, y no solo hay sexo en ella», decía en julio.
Pero su labor como empresario ha sido la actividad que ahora le ha vinculado con las mafias chinas en una operación que se ha saldado con 74 detenciones, entre ellas también la de su hermana y representante y la del presunto cabecilla, Gao Ping, y que ha afectado a varias provincias españolas.