Quiso hacer de su hija una super modelo y la transformó en un monstruo
Madison Wren-Campbell, de nueve años, llevó a su madre al borde de la desesperación y la bancarrota. Moya tuvo que vender su casa para pagar la enorme deuda que había acumulado al pagar los gustos caros de su hija ya que la animó a participar en diversos concursos de belleza.