Un exorcista ahuyenta los fantasmas de la vagina de una mujer metiéndole el pene
Enamorada, rechaza y desesperada. Así se sentía una joven ante las continuas negativas de su jefe, a quien amaba con locura. Ya no sabía qué hacer, lo había intentado todo para llamar su atención, sabía que no era culpa suya pero ¿qué pasaba entonces? ¿quién se interponía? La respuesta llegó pronto de la mano de Huang…