Multan a un conductor en Gran Canaria por hablar con el copiloto

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Un conductor deberá abonar 80 euros de multa tras haber sido sancionado por hablar con su acompañante cuando circulaba por una carretera de Gran Canaria acusado de «conducir un vehículo sin mantener la atención permanente a la conducción», en un episodio que ve «ridículo» e «indignante».

«Mantiene conversación con el acompañante contiguo, mirando en repetidas ocasiones», es el argumento que el agente de la Guardia Civil de Tráfico que lo multó consigna en la denuncia, que el afectado ha subido a Facebook, porque la consideradesproporcionada. El sancionado, Armando Chiriqui, de 41 años, explica los hechos. Según asegura, dos agentes le pararon el viernes pasado por la mañana en una decisión que él atribuyó inicialmente a un control rutinario, porque «todo era normal, no había nada extraño».

«No éramos un peligro para la vía pública», relata Chiriqui, que reconoce que, efectivamente, iba hablando con su acompañante. «Cuando voy en el coche, yo suelo hablar con la gente que viene conmigo», sostiene este ciudadano, cuyo incidente se ha dado a conocer a través de denuncias que difundió en las redes sociales y de una entrevista radiofónica con la Cadena SER en Gran Canaria.

Aunque ha decidido pagar la multa y no recurrirla, porque teme que eso, muy probablemente, le va a salir más caro que abonar los 40 euros que le costará si se conforma, su intención es «darlo a conocer y que la gente sepa lo que está pasando», porque considera que con él se ha cometido una injusticia. «Yo no suelo publicar fotos y hacer cosas por el Facebook, pero esto me pareció digno de compartir», subraya.

Este conductor defiende que, a su entender, la multa que le han impuesto «no tiene ni pies ni cabeza», pero asegura que ya ha consultado a una abogada y su consejo ha sido claro: «Si la recurres y te viene devuelta a la primera, a la segunda ya tienes que recurrir con abogado y procurador. Y, a lo mejor, aunque la ganes, te va a salir más caro». Desde esa perspectiva, la opción del afectado ha sido «tomarlo bien y echar unas risas a cuenta de la multa», considerando que era la única forma que tenía a su alcance para dejar patente su disconformidad con lo ocurrido. «Y es que yo, cada vez que leo este enunciado, me río, me da la risa. Me lo he pasado bien con esta multa, la verdad», reitera.

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