Unos 70 heridos tras un ataque de pirañas en Argentina

El ataque del banco de palometas sucedió en las playas de Rosario, al oeste de Buenos Aires

piranas

 

Unas 70 personas, entre ellas siete menores, resultaron heridas por palometas, peces carnívoros de la familia de las pirañas, mientras se bañaban en el río Paraná en la ciudad argentina de Rosario el día de Navidad, según informaron hoy fuentes oficiales.

«Tuvimos que atender a 70 pacientes aproximadamente, la mayoría con lesiones leves», dijo en declaraciones a una radio el director de Emergencias Sanitarias de Rosario, Federico Cornier. Entre los heridos más graves se encuentra una niña de 7 años, que perdió parte del dedo meñique de la mano izquierda, y otro bañista adulto, que sufrió la amputación de un dedo de un pie, detalló Cornier.

El ataque de un banco de palometas sucedió en las playas argentinas de Rambla Catalunya, a las que se habían acercado unas 9.000 personas para combatir la ola de calor que se registra en el centro de Argentina, con temperaturas superiores a los 38 grados.

Otros bañistas tuvieron que ser atendidos por heridas en pies, tobillos y manos, declararon fuentes del Sistema de Emergencias Integrados (SIES) de la ciudad, situada unos 300 kilómetros al oeste de Buenos Aires.

«La palometa es una especie habitual en esta época del año, pero en otro lugar del río», dijo el subsecretario de Recursos Naturales de la provincia de Santa Fe, Ricardo Biasatti. «Ataques de esta magnitud no hay antecedentes, aunque revisando hacia atrás hemos tenido casos esporádicos todos los años», agregó Biasatti en declaraciones a la televisión local El Ocho.

Carnívoros, dientes afilados y muy agresivos

Las palometas son peces carnívoros, de dientes afilados y muy agresivos de la familia de las pirañas, que suelen trasladarse en grupo y aparecen esporádicamente en las costas del río Paraná, especialmente con altas temperaturas. El Laboratorio de Ictiología del Instituto Nacional de Limnología (Inali), ha explicado que este animal percibe la sangre y, por ello, «cuando una de ellas muerde a alguien es muy probable que las otras se acerquen para atacar a otros». En este sentido, piden a los socorristas que, ante este tipo de casos, pidan a todos los bañistas que se retiren del agua.

Según recoge el diario argentino La Nación, hace unos cuarenta años las zonas de baño en este río, a la altura de Rosario, estaban protegidas por trenzados de alambres a unos cinco metros de la costa para evitar el ingreso de este tipo de peces.

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