Grandes fracasos de la historia de la tecnología

Esa maravillosa tecnología que tanto nos maravilla hoy en día, que tanto nos sorprende y que tanto amamos ha sido a lo largo de la historia un camino por el que ha ido quedando todo un reguero de cadáveres digitales.

En esta Semana Tecnológica conviene recordar algunos de los más sonados y curiosos, ya que lo que disfrutamos hoy en día es en parte gracias a los aciertos y errores que se han ido sucediendo a lo largo de los últimos años. A ver si esto te suena.
 Windows Me y Windows Vista

Windows Me y Windows Vista
Hablar de estos dos sistemas operativos es hablar de dos de los más grandes desastres de la historia tecnológica. Y es que la omnipresente Microsoft nos había acostumbrado a darnos una de cal y otra de arena. Al excelente Windows 98 le siguió el nefasto Windows Me, que pese a tener grandes novedades como el sistema de restauración, era un auténtico quebradero de cabeza. La famosa pantalla azul de la muerte –la que aparecía cuando el sistema se colgaba– era más habitual casi que el propio logo de inicio.

Poco después llegaría el excelente Windows XP –todavía recordado con añoranza– y a continuación, el nefasto Windows Vista, malo de solemnidad. Si los ordenadores hablaran, nos contarían las innumerables patadas que se han llevado por culpa del Vista. Unos requerimientos del sistema enormes, incompatibilidades de hardware y numerosos cuelgues hicieron del Vista un sistema para olvidar, eso sí, si tu ordenador sobrevivía a tus golpes de impotencia?

Iomega Zip Drive y Apple Newton

Iomega Zip Drive
Era la alternativa a los discos magnéticos. Más grande, con más capacidad de almacenamiento y mucho más duradero. En 1994, año en el que se lanzó, el sistema de Iomega fue toda una revolución, especialmente entre los estudios de diseño, quienes veían como ya no tenían que llevar sus trabajos particionados en incontables discos magnéticos de 2 Mb. Pero unos años después aparecería el «click de la muerte», o lo que era lo mismo, un extraño chasquido que de repente se cargaba el disco, con la información que pudiera haber en su interior. Eso, junto al masivo descenso del precio de las grabadoras de CD y los pendrives llevaron al Zip Drive de Iomega al ostracismo. Poco duró la alegría.

Apple Newton
Era la pda del futuro y lo cierto es que era un dispositivo revolucionario, pero demasiado adelantado a su tiempo. Estamos hablando del año 1993 –fecha en la que se puso a la venta–, y el sistema tenía impresionantes novedades, como el reconocimiento de escritura. Además presumía de aplicaciones tan habituales hoy en día como las notas, los contactos y el calendario, pero que para los inicios de la década de los 90 era toda una novedad. La Newton se comercializó hasta 1998 y lo cierto es que su éxito fue más bien exiguo, pese a que se vendió bien en ciertos entornos con elevado poder adquisitivo.

Nintendo Virtual Boy y Segway

Nintendo Virtual Boy
En el año 1995, en plena época de la primera PlayStation y de la exitosa GameBoy Color –también de Nintendo– la empresa nipona decidió sacar al mercado una especie de engendro portátil que no llegaba a serlo del todo ya que de hecho había que usarla en una mesa. Basada en la GameBoy, esta consola tenía gráficos 3D que se veían en una pantalla en escala de grises que incorporaba en esas extrañas gafas que ves en la imagen. La consola en cuestión nunca llegó a cuajar en el mercado y los 22 juegos que se sacaron no se vendieron ni a tiros. Al final, tras cinco meses en el mercado japonés fue retirada. En el americano duró algo más: 7 meses. Pero es que, sinceramente, ¿te imaginas jugando con eso en tu cara?

Segway
En el año 2001 el caminar se iba a terminar. Los seres humanos del siglo XXI se iban a desplazar grácilmente por la ciudad subidos en un bello dispositivo con dos ruedas que, además, era respetuoso con el medio ambiente ya que su funcionamiento era eléctrico. Así se presentaba el Segway, una suerte de engendro mitad patinete mitad bicicleta motorizada que, pese a los esfuerzos de personajes como Al Gore, nunca ha llegado a cuajar. Sí, es cierto, de vez en cuando se ve alguno por alguna ciudad o en algún aeropuerto pero ya han pasado 12 años y, la verdad, yo no me veo subido en semejante trasto.

Microsoft Kin

Microsoft Kin
Los «dinámicos» y «diferentes» teléfonos que Microsoft lanzó el 30 de junio de 2010 iban a romper con los moldes de la comunicación entre los jóvenes de todo el mundo. Y vaya que si rompieron moldes. Dicen las malas lenguas en 48 días apenas llegaron a las 8.000 unidades vendidas, y es que no era para menos. En plena ebullición de los smartphones, Microsoft presentó un teléfono –bueno, en realidad eran dos modelos– con teclas en los que no solo no se podían cargar aplicaciones, sino que ni tan siquiera se podían sincronizar los contactos. Tampoco tenía un sistema eficaz de mensajería que no fueran los mensajes SMS. Tras esos primeros 48 días, Microsoft retiró ambos productos del mercado y anuló su lanzamiento en Europa.

Google Wave

Google Wave
En 2009 la prensa mundial anunciaba por todo lo alto que nacía Google Wave. Era el sistema que iba a revolucionar el mundo de la comunicación, de internet y de todo lo que teníamos a nuestro alrededor. Era la pera, la bomba, el no va más. Todos queríamos estar en Google Wave. No sabíamos muy bien lo que era, pero daba igual. Era moderno, chic, era cool. Era Google Wave, una plataforma gracias a la cual la comunicación iba a dar un salto tan grande que el mismísimo Graham Bell se iba a retorcer de envidia en su tumba. Solo se accedía por invitación, y la mayoría habríamos matado por una de las 100.000 que se enviaron inicialmente. Pero una vez te llegó y conseguiste entrar, te diste cuenta que había más humo que fuego. Y a los cinco minutos ya estabas en otra cosa. Y así fue como Google Wave pasó a ser uno de los mayores bluffs de la historia de la tecnología. Este mismo año Google apagó el interruptor de Wave y encendieron el de Google Plus. Esperemos que este sí dure.
Las punto com
Entre 1997 y 2001 se produjo en el mundo una fuerte corriente especulativa en la bolsa que llevó a que ciertas empresas tecnológicas dispararan su cotización como la espuma. Todos recordamos nombres como Terra, Yahoo –que ha resurgido de sus cenizas– o priceline.com que de la noche a la mañana se convirtieron en los estandartes de una ´Nueva Economía´ que iba a suponer un cambio histórico. El razonamiento no dejaba de ser curioso –por no decir estúpido–: el imparable ascenso de internet iba a llevar a las nuevas y florecientes empresas punto com a crecer, pero era un crecimiento basado en usuarios y no en bienes tangibles. No se sabía cómo se iba a monetizar ese crecimiento. Los inversores tan solo sabían que como los usuarios de internet seguían aumentando, sus acciones seguirían subiendo, por lo que antes o después las venderían y ganarían. Pura especulación. Pronto se vio que no había un plan para poder obtener un beneficio económico real del simple hecho de tener usuarios, por lo que las empresas empezaron a quebrar, y con ellas se hundieron las bolsas. Un ejemplo: el Nasdaq estadounidense cotizaba en marzo del año 2000 por encima de los 5.000 puntos. En octubre de 2002 había bajado a los 1.300, un valor que no tenía desde el año 1996. No añadiré más.

Al final, como en todos los ámbitos de la vida, hay éxitos y fracasos, y como se puede ver por este listado, nadie está libre de pecado. Apple es hoy en día la envidia del barrio, pero también tuvo sus fiascos –todavía recuerdo el ordenador Cube–. Lo mismo podríamos decir de Google o Microsoft. Y hay muchos más fracasos. Me vienen a la cabeza los vídeos Beta de Sony, los discos duros Deskstar de IBM, los e-books, el DAT, los Laser Disc o la realidad virtual. Pero al final, hemos sobrevivido, seguimos utilizando la tecnología y podemos recordar con una sonrisa en los labios estos grandes fiascos. Y seguro que te toco experimentar alguno en primera persona. Si no, ¿por qué te reías mientras leías esto?

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